El carácter de un deportista, el coraje.
Hubo una película en la que uno de los personajes afirmó (más o menos) que "no deberías admirar tanto a los raperos de piel oscura porque sus antepasados quedaron atrapados en las redes de su propio territorio". Pero quién sabe, quizá los atraparon porque no eran tan corruptos, quizá si le hubieran sacado los ojos sin piedad a uno u otro desde el principio, la historia habría resultado diferente. ¿Quizás fueron demasiado buenos e indulgentes con el enemigo? ¿Quizás no conocían aún la “vida” y las reglas del juego que los visitaba en su territorio?
En los deportes ocurre lo mismo que en cualquier otro lugar.
Quizás alguien no golpee a alguien porque sabe cuánto poder tiene. Él puede estar tranquilo porque sabe lo inquieto que puede ser. Alguien puede incluso no hacer nada en absoluto, porque sabe que cuando hace algo, lo hace hasta el final.
Y entonces. Un buen deportista suele ser sereno, tranquilo e incluso sensato. Pero detrás de esta calma hay un enorme coraje, terquedad, fuerza y normalmente agresividad.